Lugares de Interés
Castillo de Yeste
Yeste atesora un magnífico legado cultural que perdura en el tiempo.
En el corazón del núcleo urbano, se alza imponente el Castillo de Yeste, cuyos orígenes se remontan al siglo XIII y que fue construido sobre los cimientos de una antigua fortaleza musulmana. Este castillo muestra una interesante fusión de estilos arquitectónicos, combinando elementos góticos y renacentistas, que se hacen notar especialmente en su Patio de Armas, adornado con columnas.
Ubicado en el centro de la localidad, este castillo es una antigua fortaleza islámica que ha sido ampliada y remodelada a lo largo de los siglos posteriores.
Fuente: https://yesteturismo.es/
En los primeros años del siglo XVI, el comendador D. Rodrigo Manrique adaptó la fortaleza para una vida más cortesana, añadiendo el mencionado Patio de Armas con columnas y ampliando las estancias del castillo. Algunos pasillos interiores y una hermosa ventana de estilo gótico que presidía el salón principal del castillo son testigos de estas transformaciones.
En la segunda mitad del siglo XIV, se realizaron reformas para fortalecer sus elementos defensivos exteriores, y en la puerta de acceso a la Torre del Homenaje se pueden admirar los escudos tallados en piedra de la Orden de Santiago y la familia Figueroa.
Iglesia de la Asunción
En el barrio de la Villa se encuentra la Iglesia.
La nave gótica, está formada por tres bóvedas y tiene la cabecera poligonal donde se insertaba el retablo mayor. A los pies se localizaban los órganos, y en el exterior existe todavía una puerta de acceso de estilo gótico con claras influencias de la escuela castellana de Valladolid y Burgos.
Este templo gótico fue el primer edificio de este estilo construido en la comarca y presenta un aspecto externo muy compacto y cerrado, similar al de las fortificaciones de la zona. Su construcción se inició a finales del siglo XV.
Convento de los Franciscanos
La fundación de una comunidad de Franciscanos Descalzos en Yeste recibió la aprobación del rey Felipe III en el año 1618.
su construcción se llevó a cabo en los años posteriores con el apoyo y patrocinio de los condestables de Castilla, quienes contribuyeron adquiriendo terrenos y solares para la edificación del convento.
El edificio consta de dos niveles superpuestos de arcos de medio punto, con un total de doce arcadas. El nivel inferior está construido en piedra de sillar y presenta pilastras de orden toscano, caracterizadas por su simplicidad y ausencia de ornamentación. El nivel superior está realizado en ladrillo, con alternancia de franjas de diferentes grosores en los machones laterales. En las paredes del edificio se encuentran numerosas inscripciones en lenguaje popular, conocidas como “ovillejos” y que forman parte de su rica historia.